Mayo de 1857: ¿con cuánta sangre se puede manchar las manos un hombre? No tendré sitio al que huir mientras lleve esta casaca roja. Empiezo a imaginar lo que debió de sentir ese muchacho al que ahorcaron. Cuando no tienes sitio al que huir, has de crear tu propio camino.
1 Comment:
-
- V said...
25 de mayo de 2009, 15:21Esta entrada me la perdí! O_O
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)